En 1985, cuando Xulia estaba ingresada en un centro de desintoxicación, un hecho marcó su vida. Años más tarde escribió ‘Futuro imperfecto’, un ejercicio de memoria convertido en libro. En este corto que lleva su nombre, Xulia recorre los restos del pasado.
“Carretera, carretera, carretera”.
Listados de palabras mecanografiadas. Una mujer, de espaldas, repasa un antiguo cuaderno de ejercicios convertido en diario.
Comienza el camino. Detrás de nosotros, nos cuenta Xulia, queda el infierno. Durante ese invierno de 1985, llena de energía, en un entorno bellísimo, tomó una decisión vital. Una de esas que bifurcan tu vida, hacia un lado u otro.
El camino acaba bruscamente, como un aviso. Un punto muerto, Unas fotografías en blanco y negro del centro. Una familia posando algo incómoda ante las puertas de entrada.

Xulia camina por sus recuerdos, con la seguridad que da el haber recorrido los mismos pasos miles de veces. “Árboles robustos y altos. Elegantes. Daban, y dan, una sensación de fortaleza”, nos dice la mujer, de palabra y gesto. Todo su cuerpo frágil refleja lo que supone para ella ese paisaje.
Tan bruscamente como ocurrió en la realidad, sin transición, pasamos el hecho que marcó su vida. Una mañana fría y brillante de invierno, en la que parecía que la vida empezaba a abrirse paso, todo amenaza con hundirse de nuevo.
El humo azul de un cigarro llena el aire como una ofrenda a un futuro imperfecto, que nunca llegó a ser.